El marco de aplicación de la Teoría Cuántica se limita, casi
exclusivamente, a los niveles atómico, subatómico y nuclear, donde resulta
totalmente imprescindible. Pero también lo es en otros ámbitos, como la
electrónica (en el diseño de transistores, microprocesadores y todo tipo de
componentes electrónicos), en la física de nuevos materiales, (semiconductores
y superconductores), en la física de altas energías, en el diseño de
instrumentación médica (láseres, tomógrafos, etc.), en la criptografía y la computación
cuánticas, y en la Cosmología teórica del Universo temprano.
Un nuevo concepto de información, basado en la naturaleza
cuántica de las partículas elementales, abre posibilidades inéditas al
procesamiento de datos. La nueva unidad de información es el qubit (quantum
bit), que representa la superposición de 1 y 0, una cualidad imposible en el
universo clásico que impulsa una criptografía indescifrable, detectando, a su
vez, sin esfuerzo, la presencia de terceros que intentaran adentrarse en el
sistema de transmisión. La otra gran aplicación de este nuevo tipo de
información se concreta en la posibilidad de construir un ordenador cuántico,
que necesita de una tecnología más avanzada que la criptografía, en la que ya
se trabaja, por lo que su desarrollo se prevé para un futuro más lejano.
La teleportación de hombres,
aunque en un futuro lejano, es
una de las
aplicaciones más atractivas de la mecánica cuántica…
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En la medicina, la teoría cuántica es utilizada en campos
tan diversos
como la cirugía láser, o la exploración radiológica. En el
primero, son utilizados los sistemas láser, que aprovechan la cuantificanción
energética de los orbitales nucleares para producir luz monocromática, entre
otras característcias. En el segundo, la resonancia magnética nuclear permite
visualizar la forma de de algunos tejidos al ser dirigidos los electrones de
algunas sustancias corporales hacia la fuente del campo magnético en la que se
ha introducido al paciente.
Otra de las aplicaciones de la mecánica cuántica es la que
tiene que ver con su propiedad inherente de la probabilidad. La Teoría Cuántica
nos habla de la probabilidad de que un suceso dado acontezca en un momento
determinado, no de cuándo ocurrirá ciertamente el suceso en cuestión.
Cualquier suceso, por muy irreal que parezca, posee una
probabilidad de que suceda, como el hecho de que al lanzar una pelota contra
una pared ésta pueda traspasarla. Aunque la probabilidad de que esto sucediese
sería infinitamente pequeña, podría ocurrir perfectamente.
La teleportación de los estados cuánticos (qubits) es una de
las aplicaciones más innovadoras de la probabilidad cuántica, si bien parecen
existir limitaciones importantes a lo que se puede conseguir en principio con
dichas técnicas. En 2001, un equipo suizo logró teleportar un fotón una
distancia de 2 km, posteriormente, uno austriaco logró hacerlo con un rayo de
luz (conjunto de fotones) a una distancia de 600 m., y lo último ha sido
teleportar un átomo, que ya posee masa, a 5 micras de distancia...
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